imagen por prensa del IPD
NACIDA PARA SER GRANDE
La reciente campeona mundial en bádminton (Talla Baja S6) perdió a su padre cuando tenía 11 años. Esa ausencia también supuso un dolor para Lidia Flores, su madre, quien es protagonista importante en la vida de esta talentosa deportista peruana. El empuje de su mamá, fue la fuerza que necesitó Giuliana para hacer honor al legado e influencia deportiva que le dejó su papá.
Hoy, tras su medalla de oro (singles) y plata (dobles) en los Juegos Mundiales de Talla Baja en Canadá, Giuliana y su madre nos revelan que una fuerza celestial se hizo presente la noche previa a su participación, como si fuese una premonición bendita para lo que luego vendría.
“Antes de competir sentí el perfume de mi papá muy fuerte en la habitación. Siempre he percibido el perfume de mi papá, sobre todo cuando sueño con él. Y ese día sentí que estaba conmigo. Siempre está conmigo, sobre todo cada vez que afronto algo difícil. Gané la medalla y se la dediqué a él”, contó emocionada la joven deportista peruana.
Shakespeare dijo alguna vez: “No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande”.
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A Giuliana Poveda Flores la grandeza le queda justo a la medida, porque nunca le tuvo miedo a la vida y mucho menos a los retos que se le presentaron en el camino. ‘La Peque’, como la conocen los que la quieren, es una adolescente de 16 años que tiene grandes responsabilidades consigo misma, por esa necesidad de superación, por ser cada día una mejor persona y por su ambición de apuntar al cielo y hacerle sentir, de alguna manera, orgullo a su padre.
“Estoy muy emocionada, no pensé haber logrado tanto en tan poco tiempo. Pero la verdad es que me ayudó haber practicado muchos deportes, además de mi familia y entrenar duro, perseverar y tener disciplina. Y todo se refleja en la actitud positiva, en lo que das y piensas. Si tú lo piensas y dices que lo vas a lograr, así será”, expresa la badmintonista.
Si las coincidencias existen, Giuliana es muestra de ello. El éxito parece ser su destino desde su nacimiento. Ella, ya es un orgullo más del arraigado barrio de Villa María del Triunfo. Ahí, en su colegio María Milagrosa comenzó a practicar deportes como una pasión y por herencia familiar. El fútbol y el vóley fueron sus primeras lecciones, pero se decantó finalmente por el bádminton por casualidad. ‘La Peque’ solo tiene un año y medio desde que comenzó a practicar el bádminton y ya puso a brillar al Perú en la cima del podio.
“Al bádminton yo entré por el vóley. Todo inició ahí. Me vieron y me invitaron para hacer vóley, pero las personas pequeñas no venían, así que los profesores me invitaron para que haga bádminton aquí en el Estadio Nacional, y entonces empecé, me gustó y he trabajado duro para conseguir una medalla”, comentó Giuliana Poveda.
Gracias al Programa Pequeños Gigantes que impulsa el Instituto Peruano del Deporte (IPD) y que promueve la inclusión de personas con el trastorno genético denominado acondroplasia, Giuliana Poveda pudo involucrarse con el deporte y tener una posibilidad de desarrollarse y cumplir sus sueños. En la actualidad el programa ha alcanzado sumar disciplinas como el levantamiento de pesas, natación, bádminton, fútbol y poco a poco se van sumando más disciplinas.
Con humildad, y ese don de psicóloga que asegura tiene Giuliana deja un mensaje claro: “A los jóvenes, que no se rindan, porque la vida es bella y todos podemos nadie se puede quedar atrás. Los invito al Estadio Nacional a que practiquen deportes, porque todos podemos hay bastantes categorías para todos. Todos somos iguales, si hay una discapacidad no podemos deprimirnos por eso, sino por lo que tú eres”, expresó la medallista mundial.
No hay límites cuando se sueña en grande. Giuliana anhela ser la número uno a nivel mundial, y asevera que no se detendrá aunque el camino sea largo. Sabe que necesita a su madre como apoyo, por eso le agradece y dice que la ama por sobre todas la cosas. Sus metas están en el deporte, pero también como profesional: ya es bilingüe y ahora su objetivo es hacerse una cineasta para grabar su propia historia.
TITO PONTE SILVERA
Lima, jueves 17 de agosto de 2017
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